lunes, 24 de agosto de 2009

Don Francés de Zúñiga en Wikipedia

Un tal Aromera fue el que introdujo a Don Francés de Zúñiga en la Wikipedia, el 10 de abril de 2006. Desde entonces, media docena de personas han añadido o retocado detalles sobre su vida y estilo literario. Cuando escribo, la última adición la había hecho un tal Xqbot en marzo de 2009. Pese a la media docena de plumas anónimas, o quizá por eso, el relato biográfico y analítico del bufón tiene todo el aroma sincrético de la intertextualización, que dicen los eufemistas. Entiendo el pirateo descarado, puesto que no existe más interpretación biográfica que la que yo hice en su día en mi libro. Y las normas de Wikipedia exigen la anonimia. En todo caso, al menos, el refrito está bien hecho y es justo. Don Francés ya estaba antes en muchos otros diccionarios literarios y enciclopedias, generalmente con escaso acierto. Le seguían considerandio navarro. Así, por ejemplo, el Diccionario de autores españoles de Alianza o la enciclopedia Bompiani. Ha sido, de siempre, el bejarano más reconocido fuera de Béjar. Mateo Hernández sigue subido a una tajuela. Don Francés goza de pedestal.
Pese al pirateo, ley de vida digital, que es sólo una herida personal, bien está el trato dado en Wikipedia al escritor que inventó el esperpento, porque lo que ahí se ponga será canónico en los próximos años o decenios, la verdad suprema, la única. Dado el analfabetismo creciente, que al menos la fuente universal de conocimiento que será la Wikipedia tenga rigor con lo bejarano.
Qué menos.
http://es.wikipedia.org/wiki/Franc%C3%A9s_de_Z%C3%BA%C3%B1iga

Hemeroteca Virtual Bejarana

En una entrevista en un medio salmantino hace unas semanas, Rogelio Blanco, director general del Libro, Archivos y Bibliotecas del Ministerio de Cultura, afirmaba, al respecto de la documentación que se está allegando con paciencia al nuevo Centro Documental de la Memoria Histórica, que le preocupaba más la que está en manos privadas que la que está en archivos públicos, porque esta última está segura por estar donde está.
Discrepo razonablemente de mi amigo Rogelio. Según cómo y dónde. Si ponemos el ejemplo de Béjar, que es a donde vamos, diré que la confianza y la seguridad que ofrecen los archivos públicos bejaranos es menor que la de Chechenia. La falta de control, de inventario, de atención y de rigor es ofensiva, por no decir irresponsable y delictiva. En Béjar, en este sentido, las cosas están mucho más seguras y protegidas en manos privadas que en manos públicas.
Así pasa con la prensa histórica. Sé de dos o tres colecciones que están en domicilios particulares, lo que les permite estar a salvo de la incuria, la dejación y el latrocinio. En cambio, la magnífica hemeroteca histórica que conocí años ha en el Archivo Municipal de Béjar ha desaparecido prácticamente. Ha sido saqueada delante de las narices de sus responsables. Quedan tres cabeceras del siglo XIX. No sería difícil saber quién ha sido y bajo la responsabilidad de qué alcalde ha sucedido, pero no es éste el momento y lugar de hacerlo.
El Ministerio de Cultura ha digitalizado una veintena de periódicos bejaranos guardados en la Biblioteca Antigua de la Universidad de Salamanca, que afortunadamente es más fiable y custodia mejor lo que nosotros no sabemos ni poseer ni valorar. Están en el portal "Biblioteca Virtual de Prensa Histórica", http://prensahistorica.mcu.es/es/estaticos/contenido.cmd?pagina=estaticos/presentacion, junto con otros cientos de periódicos españoles.
Mientras en Béjar desaparece y se destruye nuestro patrimonio, otros nos lo guardan y cuidan mejor, cosa que nosotros no sabemos hacer. Es una lección para tanto beharaui que pide y exige que vuelvan a Béjar todo lo que todavía no está de Mateo Hernández, la lápida hebrea del Museo Sefardí de Toledo, los cañones de Víctor Gorzo del Museo del Ejército y el sursum corda. A lo mejor lo piden para henchir el pecho. Eso no nos haría más importantes, sino más imbélices: borrar el nombre de Béjar de la faz de la Tierra. Béjar sólo en Béjar.
Frente a la globalización, viva la autarquía.
Y luego, nos depredamos a nosotros mismos hasta la aniquilación.

domingo, 23 de agosto de 2009

Bocazas

Diego A. Manrique llama bocazas con guitarra a Ted Nugent en un artículo de prensa. El viejo roquero tenía una columna en un periódico ultraconservador de Texas desde la que lanzaba variados y exquisitos improperios contra todo lo que se movía. Por ejemplo, a Obama le despachó con un "es un mierda y le digo que chupe mi metralleta". Los dueños bienpensantes y ordenados del Waco Tribune Herald le pidieron moderación. No hubo manera: hartos de las andanadas contra cualquiera que no pensara como él, han despedido al guitarrero Nugent.
Los propietarios tan sólo le pedían un mínimo de profesión: 1) que sus textos fueran reflexivos; 2) que evitara los ataques personales en sus columnas; 3) que sus palabras trataran con un mínimo de respeto a los políticos con cargo; y 4) que sus columnas ofrecieran alternativas en vez de meros ataques.
No he podido por menos que acordarme de cierta colaboradora del semanario Béjar en Madrid que semana tras semana echa sapos y culebras de todo lo que no se atenga a su ideario, como fiera de fauces que hacen temblar, si no fuera porque está enjaulada en el desahogo inocente. Pero no estaría de más que alguien le recordara los preceptos que el Waco Tribune Herald le impuso al despedido Nugent.
Por cierto, allá por los años setenta mi hermano Miguel quiso una vez comprar un disco del tal Ted Nugent y se equivocó, trayendo a casa uno de Todd Rundgren. Qué bendito error produjo aquel día el azar, porque Rundgren luego y hasta el día de hoy vive en el altar de mi tocadiscos. Un santo de vinilo.

sábado, 22 de agosto de 2009

Viajeros

Los antiguos viajeros que recorrían España y daban cuenta de ello por escrito, al estilo de los muy conocidos don Jorgito el Inglés, o los ilustrados españoles Antonio Ponz, Pascual Madoz o José María Quadrado, solían hacer parada en Béjar al subir de Extramadura. Era el lugar que los mapas señalaban antes de llegar a Salamanca. Hoy parece que ya no. Veamos el ejemplo de la periodista (ya no son ni viajeros al uso...) Ana Requena Aguilar, a la que su periódico para llenar páginas en verano le encomendó contar lo que bien le pareciera en un viaje circular que iba de Algeciras a Irún. En su recorrido, después de parar en Granadilla, su siguiente fonda no fue Béjar, que parece que ya no tiene nada que ofrecer al curioso que ha de contar algo, sino Guijuelo, cuyos jamones hoy superan en fama al paño de la capa menguada.
Parece sólo una anécdota, pero creo que en verdad es una reflexión.